Las cámaras frigoríficas permiten conservar la comida en su interior
durante mucho más tiempo gracias a la congelación de los alimentos. Para
que los alimentos se guarden en buenas condiciones hay que realizar un
mantenimiento a las cámaras frigoríficas para asegurar su buen uso y su
conservación.
Si una cámara frigorífica no enfría, pierde agua o se rompe la
cadena de frío es posible que se haya estropeado algún componente y se
hace necesaria su revisión. Por eso es imprescindible realizar un
mantenimiento y avisar a un técnico si se observa alguna anomalía en el
funcionamiento.
Además es posible ayudar en la conservación de la cámara frigorífica
cumpliendo una serie de pasos sencillos. Por ejemplo, colocar o sacar
los alimentos con la mayor rapidez posible, evitando que la temperatura
del interior de la cámara frigorífica cambie en exceso. También hay que
dejar libres las salidas de aire y vigilar que no haya fugas de agua. En
el interior de la cámara frigorífica los alimentos deben colocarse de
manera ordenada, permitiendo que el aire circule entre ellos y
manteniendo una distancia con las paredes. Si se pegan demasiado puede
crearse escarcha que acabará resintiéndose en el funcionamiento de la
cámara frigorífica.
A la hora de limpiar la cámara frigorífica hay que tener cuidado de
no usar productos que puedan dañar los materiales con los que está
recubierto el interior de la cámara. No debe aplicarse ningún limpiador
durante más de 30 minutos ni a temperaturas elevadas, pues podría llegar
a dañarse. Durante la revisión, el técnico determinará si para la
conservación de la cámara frigorífica hay que renovar la pintura o
alguna parte del revestimiento del interior para que siga funcionando
correctamente. En ocasiones una limpieza a fondo es suficiente para que
la cámara frigorífica vuelva a funcionar a toda potencia.